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Luis Blanco Soler
Luis Blanco-Soler Pérez (Madrid, 25 de agosto de 1894 - ibídem, 29 de enero de 1988) fue un arquitecto perteneciente a una familia dedicada a la arquitectura que obtiene el título en 1918 en la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Finalizados sus estudios se incorpora al estudio de Antonio Palacios Ramilo y posteriormente al de Ricardo García Guereta, arquitecto con cargos en varios ministerios y en la curia eclesiástica. Bajo su dirección, tuvo la oportunidad de llevar a cabo algunas obras oficiales, como la reforma del Colegio de Huérfanos de la Unión (Carabanchel), con la construcción de una nueva iglesia; la adaptación del antiguo palacio del marqués de Salamanca para instalar en él el primer centro de rehabilitación profesional, así como obras religiosas destacadas, entre ellas la restauración del claustro del convento de las Dueñas en Salamanca.
Su primera obra importante la realiza en 1923 para la Compañía Arrendataria de Tabacos, con la reforma del edificio de la plaza del Rey.
Forma parte de la junta directiva de la Sociedad Central de Arquitectos participando también en el comité de redacción de la revista Arquitectura. En 1925 se presenta al concurso para el Palacio Central de la exposición de Barcelona junto con Rafael Bergamín, García Guereta y el escultor Victorio Macho y al certamen organizado por la Compañía Arrendataria de Tabacos para la construcción de un edificio en Madrid junto con Bergamín. Asimismo, su interés por difundir las artes plásticas de vanguardia le lleva a fundar la Sociedad de Artistas Ibéricos a fin de promocionar a artistas contemporáneos a través de la organización de exposiciones y la publicación de artículos en la revista Arte.
Se traslada a París en 1926 donde entra a trabajar en el estudio de Henri Sauvage, con quien aprendió el rigor con que se planteaban en Francia los edificios, la programación de los plazos, los medios mecánicos y las fórmulas de financiación. En esos momentos entra en contacto con Perret y sus obras de hormigón armado. Se traslada en 1927 al Reino Unido donde se dedicó a estudiar los problemas de la organización y la construcción en serie de casas económicas, los edificios en altura y las ciudades jardín. Su interés en ponerse en contacto con la técnica inglesa más depurada le lleva a trabajar en el estudio de sir Edwin Lutyens, trabajo que compaginó con su labor como corresponsal de la revista Arquitectura.
De vuelta a España su nombre aparece asociado al de Bergamín, quien será su colaborador hasta 1934-1935. Juntos realizaron obras que se han convertido en hitos de la arquitectura española al encontrarse situadas entre el academicismo y el higienismo racionalista: el anteproyecto de la ciudad satélite Loma Larga en Ceuta (1927), donde abordaron por primera vez la aplicación de una ciudad satélite y resumieron los puntos clave que el urbanismo de entonces reclamaba; en Madrid, el proyecto para el aeropuerto de Barajas (1929); la Fundación del Amo, primer edificio levantado en la Ciudad Universitaria (1929); el Parque Residencia (1930-1932), colonia amparada en la ley de casas económicas que renovó el concepto de la vivienda; el hotel Gaylord’s (1933), edificio que supuso una nueva tipología hotelera: “el service flatt” u hotel apartamento, y la Escuela de enfermeras del Hospital del Rey, único edificio del complejo que se alejaba del regionalismo arquitectónico (1933). No debe olvidarse tampoco la agencia de turismo Viajes Carco (1935), obra de Blanco-Soler en solitario, cuya fachada tenía el propósito de dar al conjunto un sentido puramente industrial.
Muy significativa fue su experiencia marroquí, a raíz de que la Empresa General de Construcción le encargase su posible expansión en la zona. Tras ser nombrado junto con Bergamín asesor técnico de Marruecos y Colonias, ambos edifican la iglesia de Larache, las escuelas españolas en Tánger y Casablanca, y el consulado de España en esta última. Destaca también el proyecto de mercado cubierto de hormigón que Blanco-Soler y Eduardo Torroja diseñan en la década de los treinta en Guinea.
Desde el inicio de la Guerra Civil española, en la embajada de El Salvador, posteriormente en la de Chile y finalmente como súbdito británico en la embajada inglesa, Blanco-Soler realizó trabajos en las distintas sedes diplomáticas además de otros tantos para la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico de la que formaba parte.
Durante la posguerra proyecta en Madrid el complejo industrial para los productos farmacéuticos alemanes Shering; realiza la reforma de una tienda para El Corte Inglés en la calle Preciados, que le convirtió en el arquitecto de dicha entidad; lleva a cabo la decoración del salón de té Chikry en la calle Alcalá, alejándose en concepto y estilo de los antiguos cafés madrileños; edifica con un marcado academicismo en colaboración con Salvador Gayarre la clínica contra el cáncer San Francisco Javier en la calle Vitrubio, al ubicarse el edificio hospitalario frente a los Nuevos Ministerios, y levanta el hotel Wellington en la calle Velázquez.
En los años cincuenta comenzó a proyectar con mayor libertad, realizando edificios residenciales, sedes diplomáticas (la cancillería de la embajada de Suecia y la embajada Británica en Madrid), colegios mayores (Jaime del Amo en Madrid), edificios de oficinas (Bayer, Banca Coca y El Corte Inglés), comerciales (grandes almacenes para la firma El Corte Inglés, el restaurante Club 31, la reforma de locales para la exposición y venta de coches Austin Morris, la construcción de naves para la reparación y almacenaje de coches para la empresa Trema Osnur, S.A.), industriales (Shering y El Corte Inglés) y trabajos urbanísticos (ordenación de la Costa del Sol y Plaza de las Flores de Málaga).
Por su fructífera y larga trayectoria profesional recibió múltiples cargos y honores: el Gobierno británico le concedió la condecoración de la King’s Medal (1952), fue designado decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, en COAM, 1959 y representante de la sección española en la Unión Internacional de Arquitectos (1961). La embajada de Suecia le condecoró con la insignia de Comendador de la Real Orden de Vasa (1963), la Real Academia de San Telmo de Málaga le nombró académico correspondiente (1971) y la Real de San Fernando miembro de número (1971). Obtuvo el grado de doctor (1973), el Premio de Honor en Arquitectura por la junta de gobierno del COAM (1974). Fue nombrado presidente del Instituto Juan de Herrera y representante de la Academia de San Fernando para el jurado de becas y pensiones en Roma (1977). Asimismo, fue nombrado director de la Academia de San Fernando en 1983, siendo reelegido en 1986.
Encuadrado dentro de la comúnmente denominada Generación de 1925, Blanco-Soler forma parte de ese grupo de profesionales que a principios de siglo quisieron renovar la arquitectura española. Un arquitecto que abogó por la introducción del Movimiento Moderno en nuestro país a través de las revistas, las tertulias (café de Pombo, café Regina...) y sus propias obras, y al que se le puede considerar con un importante papel entre la generación de profesionales que, tras la Guerra Civil, supieron establecer la comunicación de la arquitectura española con las corrientes mundiales.
Obras
Fundación del Amo, Madrid (1929), junto con Rafael Bergamín
Edificio Bayer, Madrid (1955-1956), junto con José Antonio Domínguez Salazar
Referencias
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Registros de identidad de Luis Blanco Soler: ISNI: 0000 0000 4119 3057 VIAF: 45436327
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