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Javier Yárnoz Larrosa
Javier Yárnoz Larrosa (Pamplona, 1886 - Caracas, 1959) fue un arquitecto español titulado por la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1923, activo en Pamplona y tras la Guerra Civil en Caracas.
Entre 1923 y 1936 trabaja con su hermano José con quien obtiene el premio en el concurso de Restauración del Palacio de Olite (1924), obra en la que trabajarán varios años. En Pamplona realizan la reforma de la Caja de Ahorros de Navarra (1931), el proyecto del nuevo Teatro Gayarre (1929-1932), así como la ampliación del Palacio de la Diputación Foral (1929-1934). En 1928 son nombrados arquitectos oficiales del Banco de España. Trabajan en la ampliación de la sede central en Madrid (1935), y en la construcción de distintas sedes en Barcelona, Vitoria, Bilbao y Sevilla.
Al estallar la Guerra Civil se produce el asesinato de su cuñado, lo hace cruzar la frontera francesa en septiembre de 1936. Deja a su familia en Bayona y regresa a la España republicana, dirigiéndose a Valencia, sede del Gobierno. Es nombrado Arquitecto de la Dirección General de Prisiones (1937). Posteriormente se desplaza con el Gobierno, primero a Barcelona, luego a Figueres, cruzando la frontera de Francia en 1939.
Llega a Venezuela en agosto de 1939. Comienza a trabajar como dibujante en la Sección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Desde 1944 colabora como caricaturista con la revista El Morrocoy Azul. Funda con Joaquín Ortiz García y Miguel Hernández una constructora, realizando diversos edificios de viviendas en Caracas. Se separa de la misma en 1946. Entre los proyectos en los que participa en el ministerio se encuentran, el Palacio de Gobierno en San Cristóbal, el Liceo Andrés Bello en Caracas, y diversos grupos escolares en Valencia, Los Teques y La Guaira. Realiza el Plan del Hospital General de Barquisimeto (1948). Trabaja luego en la Oficina Técnica Gutiérrez (1949-1951), una de las principales constructoras del país. Revalida su título de arquitecto (1950). Reingresa en el ministerio (1952), participando en el proyecto del Aeropuerto Internacional de Maracaibo. En 1953 escribe sobre la necesidad de salvaguarda del tesoro artístico de Venezuela, poniendo especial énfasis en la fragilidad de los templos coloniales.
Su obra pictórica de esta época se vincula también con el imaginario tradicional del país, realizando acuarelas y una serie de postales y tarjetas que reflejan dicha temática. Al mismo tiempo, desarrolla diversos “inventos”, patentando, por ejemplo, un nuevo sistema de luces de cruce para automóviles (1954). Comienza a trabajar en el área de edificaciones médico asistenciales, y realiza un proyecto de Complejo de Recuperación de Delincuentes, para los benedictinos, en Camurí (1955). En 1956, al final prácticamente de su vida, es nombrado Arquitecto Proyectista del ministerio.
Referencias
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