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Hernán Ruiz, el Viejo
Hernán Ruiz, el Viejo, (c. 1475 – Córdoba, 1547) fue uno de los arquitectos más reconocidos de su época debido sobre todo a su gran nómina de obras, comparable a los maestros renacentistas italianos.
Entre sus trabajos más célebres destacan los planos de la Catedral-Mezquita de Córdoba cuya construcción supervisó desde 1523 hasta su muerte, cuando le sustituyó su hijo Hernán Ruiz II; el inicio de la Catedral de la Campiña en Bujalance y la iglesia de Santa Marta.
Nacido en el seno de una familia de canteros, se le supone formado por su padre, algunas de cuyas obras se encargará de finalizar, como sucede con la portada del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso.
En 1502, fue designado maestro mayor de la Catedral de Córdoba, cargo que desempeñó hasta su muerte.
Aunque se ocupó tanto de obra civil como religiosa, es esta última la de mayor calado y la que mejor ha llegado hasta la actualidad. Entre su clientela se cuentan las grandes familias de la nobleza cordobesa, el Cabildo catedralicio y, sobre todo, los prelados, entre los que destacan Martín Fernández de Angulo, Alonso Manrique, fray Juan Álvarez de Toledo y Leopoldo de Austria.
La producción de Hernán Ruiz I se articula en dos fases: la primera, que abarca hasta 1530, hunde sus raíces en la tradición gótica; la segunda, desde 1530 hasta el final de sus días, decididamente plateresca.
Esa estética goticista el maestro la combina y transforma con ornamentación plateresca, dando lugar a un estilo peculiar que ha sido definido como gótico humanista. En él se mezclan elementos de tradición mudéjar, como el alfiz, con otros típicamente góticos como los baquetones y las nervaduras, transformadas en meros elementos decorativos, a los que se añaden, progresivamente, soluciones ornamentales de raíz plateresca. A partir de 1530 su lenguaje gana en madurez y se torna más decididamente, renacentista, incrementando la presencia de candeleros y su característica ornamentación cuadriculada o “de galleta”, como la definió Chueca Goitia.
A su primera etapa corresponden obras como la iglesia conventual de Santa Marta y el Hospital de San Sebastián, donde se aprecia el uso de alfiz, baquetones y tracerías, entre los que se desliza una composición en medio punto y la más temprana decoración de candeleros en tierra cordobesa. Pero indudablemente su mayor empeño lo constituye la habilísima transformación de la aljama en Catedral cristiana, labor auspiciada por el episcopado y a la que el maestro dedicará muchos años; los trabajos se desarrollaron en tres fases: de 1505 a 1514, centrada en reformas exteriores; de 1514 a 1523, en que se construyen dependencias capitulares algunas capillas y desde 1523 a 1547, centrada en la construcción de la Capilla mayor y el Coro, donde contó ya con la ayuda de su hijo Hernán Ruiz el Joven.
Obras
Referencias
Referencias e información de imágenes pulsando en ellas. |
Registro de identidad de Hernán Ruiz, el Viejo: VIAF: 95932307
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