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Mafra nunca fue ocupado de forma estable por la familia real portuguesa a pesar que se convirtiera en una parada habitual y un lugar de descanso para los miembros de la mencionada familia. Los magníficos bosques de Mafra garantizaron un espacio de caza formidable para los diferentes príncipes portugueses muy aficionados a la caza. | Mafra nunca fue ocupado de forma estable por la familia real portuguesa a pesar que se convirtiera en una parada habitual y un lugar de descanso para los miembros de la mencionada familia. Los magníficos bosques de Mafra garantizaron un espacio de caza formidable para los diferentes príncipes portugueses muy aficionados a la caza. | ||
Durante el reinado del rey Juan VI {{Portugal}} se llevó a cabo un importante programa de restauración, a pesar de que nunca fue habitado por el soberano. Además, a raíz de la huida de la familia real portuguesa en | Durante el reinado del rey Juan VI {{Portugal}} se llevó a cabo un importante programa de restauración, a pesar de que nunca fue habitado por el soberano. Además, a raíz de la huida de la familia real portuguesa en 1807 hacia Brasil, la mayoría de los mejores muebles y piezas de arte del palacio partieron hacia Brasil. | ||
En 1834, después de la guerra que enfrentó a los liberales partidarios de la reina María II {{Portugal}} con los conservadores partidarios de Miguel I, la reina María ordenó la disolución de las órdenes religiosas, lo que provocó el abandono del monasterio por parte de los monjes franciscanos. Los últimos monarcas de la Casa de Braganza utilizaron el palacio únicamente como punto de caza y el último rey, Manuel II {{Portugal}}, partió del monasterio hacia el exilio inglés. | En 1834, después de la guerra que enfrentó a los liberales partidarios de la reina María II {{Portugal}} con los conservadores partidarios de Miguel I, la reina María ordenó la disolución de las órdenes religiosas, lo que provocó el abandono del monasterio por parte de los monjes franciscanos. Los últimos monarcas de la Casa de Braganza utilizaron el palacio únicamente como punto de caza y el último rey, Manuel II {{Portugal}}, partió del monasterio hacia el exilio inglés. |