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Cubierta ajardinada
Se denomina Cubierta Ajardinada a la cubierta cuya capa exterior de cobertura la ocupa un sustrato de pequeño espesor que alberga especies vegetales de poco o nulo mantenimiento.
Ventajas:
- Retención del polvo y sustancias contaminantes
- Eficaz protección contra la radiación solar
- Aumento de la capacidad de enfriamiento por evaporación
- Incremento del espacio útil
- Mejora de aislamiento y estabilidad térmica interior
Deberán utilizarse sistemas radicales de poca profundidad y sin raíz pivotante, con buena capacidad de regeneración y con una altura de crecimiento normal inferior a unos 50 cm. El peso de la capa de sustrato y la capa de vegetación suele ser inferior a 120 kg/m2. La capa de sustrato desempeña las funciones de suministrar nutrientes, agua y oxígeno, así como soporte físico de la vegetación. Se recomienda que tenga un espesor mínimo de 4 cm y máximo de 15 cm. La descomposición biológica y la compactación de esta capa deberá ser mínima, constando en su mayoría de componente inorgánicos y con una capa superficial de materiales porosos de naturaleza mineral que prevenga los efectos del viento.
La capa filtrante se sitúa por encima de la capa drenante para impedir el paso de las partículas de finos del sustrato y, por tanto, la obstrucción de la capa drenante. Para ello se utiliza una capa separadora de geotextil no tejido termosoldado de filamento continuo de polipropileno de 125 g/m2, colocado sobre la totalidad de la capa drenante con un solapo sobre la lámina adyacente de 10-20 cm, y levantándose en el borde de la cubierta un mínimo de 10 cm por encima de la superficie del sustrato.
La capa drenante se deberá disponer encima de la membrana impermeabilizante a modo de drenaje y protección mecánica de la membrana, asegurando su funcionalidad incluso en condiciones de lluvia continuada e intensa proliferación de raíces. Para ello se utiliza un geocompuesto drenante formado por una lámina alveolar de polietileno de alta densidad pegada a un geotextil no tejido termosoldado, formando los alvéolos una cámara entre el geocompuesto y la membrana impermeabilizante a través de la cual circula el aire y el vapor de agua. La parte interior de los alvéolos, situada hacia arriba, sirve como punto de reserva y/o retención de agua, poniéndola a disposición de las plantas en las épocas de mayor evapotranspiración.
Las membranas impermeabilizantes utilizadas en estas cubiertas deben ser resistentes a la perforación por raíces y a microorganismos.