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Corrosión de armaduras en el hormigón armado
La Corrosión de Armaduras en el Hormigón Armado es uno de los daños más frecuentes y que ocasionan mayores deterioros en las estructuras de Hormigón Armado.
Se manifiesta mediante el desprendimiento del hormigón de una forma puntual o longitudinal, dejando las armaduras próximas a la superficie sin protección, por lo que con el tiempo quedan recubiertas por una película de óxido que se manifiesta mediante la aparición de manchas en la zona afectada.
Durante la hidratación del cemento se libera hidróxido cálcico, también llamado portlandita, que otorga carácter básico al hormigón, situando al pH entre 12 y 13. Con estos valores de pH el acero de las armaduras se encuentra pasivado, es decir, recubierto con una capa de óxidos, compacta y continua, que lo mantiene protegido de la corrosión.
Si bien existen varias causas que pueden dar lugar a la destrucción de la capa pasivante del acero, en la práctica los factores que promueven la corrosión electroquímica de las armaduras en el interior del hormigón son mayoritariamente la carbonatación y la presencia de cloruros, o ambos factores en conjunto, ayudados por el fisuramiento o la porosidad del hormigón que permite el paso hasta las armaduras de oxígeno, humedad y de diversos agresores del medio.
Este tipo de patología bastante frecuente pone en peligro la solidez de los elementos afectados y necesita a menudo reparaciones costosas por la repetición de un gran numero de elementos idénticos (fachadas, cornisas, etc)