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Anfisa
Anfisa fue una ciudad de la Lócride, capital de la Lócride Ozola. Estaba en un rico y hermoso valle al norte de Itea, en la frontera con la Fócide, hoy Salona.
Según la tradición, su apelativo proviene del nombre de una ninfa, hija de Macareo y nieta de Eolo, quien fue pretendiente de Apolo.
Durante la invasión de Jerjes II a Grecia, durante la segunda Guerra Médica, muchos de los ciudadanos locrios y focidios se refugiaron en Anfisa. Más tarde la Anfictionía le declarará la guerra por cultivar la llanura sagrada de Crisa y por molestar a los peregrinos que iban a consultar al oráculo de Delfos. La guerra fue encargada a Filipo II de Macedonia que la ocupó y arrasó el 338 a. C., pero pronto fue reconstruida.
En el año 279 a. C. alistó a 400 niños, como soldados (Hoplitas) para servir en la guerra contra los galos.
El 190 a. C. fue asediada por los romanos que no pudieron ocuparla y hacia el año 30 a. C. se refugiaron muchos ciudanos etolios que se oponían a ser trasladados a la nueva ciudad de Nicópolis fundada por Augusto para conmemorar su victoria en Accio frente a Marco Antonio y Cleopatra. Fue una ciudad próspera bajo el Imperio Romano.
Posteriormente, durante el Imperio Bizantino fue rebautizada como Salona, (Σάλωνα) nombre que aún conserva. Los únicos restos antiguos que quedan corresponden a las de su vieja acrópolis, parte de los muros, puertas y cisternas.